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No en vano su primeros habitantes la llamaban Rapa Nui o “Tepito Ote Henua” que significa “Ombligo del Mundo”, y no es para menos, es la porción de tierra habitada más remota del mundo y esa misma condición le otorga un aura de fascinante misterio que te envuelve. Comenzando por su origen, que se debe a las múltiples erupciones y emisión de lava de tres volcanes que dieron forma al cuerpo principal de la isla en pleno Océano Pacífico. La isla tiene forma de triángulo rectángulo y en cada vértice se encuentran los tres volcanes inactivos que la originaron. Además está asentada sobre una cadena volcánica submarina conectada con la cordillera submarina de Nazca.
Su descubrimiento fue en el S. VI por navegantes polinesios, se piensa que procedentes de Islas Marquesas, desarrollaron una cultura compleja y tras su apogeo cayó en la escasez de alimentos y las consecuentes luchas tribales, convirtiéndose en una isla desforestada, se cree que por luchas entre tribus para conseguir el mayor número de moais. Hasta el domingo de pascua de 1722 en el que llegaron los primeros europeos que la rebautizaron como Isla de Pascua, no hubo ningún contacto con el exterior. Años después llegaría la expedición española que llevó a cabo el primer mapa cartográfico de la isla y donde aparecen ya los primeros dibujos de los moáis.
Otro de los grandes misterios son las sorprendentes estatuas megalíticas o Moáis, hechas de roca volcánica “blanda”. Más de 900 moáis están repartidos por toda la isla y a día de hoy sigue siendo un enigma como los desplazaban y movían, también existen 270 altares. Sin duda, una de las culturas más complejas, comparable solo con grandes culturas megalíticas (egipcia, inca y maya).Pie de Página: El moai más grande mide 20 metros de altura y pesa 200 toneladas.
Esta isla de gran belleza natural y de misteriosa y rica cultura ancestral fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1995. El espíritu de esta cultura sigue vivo en sus habitantes, su lengua, sus vestimentas, su música, sus bailes, su artesanía y sus comidas, todo unido hace que sea un destino que atrae a numerosos viajeros.
Con un clima agradable durante todo el año, playas como Anakena y Ovake, para descansar y practicar deportes acuáticos o rutas de senderismo es un destino ideal para los que busquen algo diferente y especial. Y si queremos revivir las tradiciones de los Rapa Nui, no debemos perdernos Tapati, la fiesta donde se pintan el cuerpo como lo hacían sus ancestros, compiten en pruebas asombrosas, cantan, bailan y eligen a su reina.
Isla de Pascua es un destino «exótico» que normalmente complementa a un viaje a Chile, tambiés es posible hacer un combinado Chile-Argentina desde Madrid.