Categorías
Hay ciudades que te impregnan por sus momumentos, por su historía, por su cultura, por sus orígenes, por su pueblo… Estambul es una ciudad que tiene tanta vida, lleva habitada al menos 5.000 años, e historia, fue capital del Imperio Romano de Oriente, de Bizancio y del Imperio Otomano, que la convierte en un verdadero museo. Para comprender el Estambul de hoy, tenemos que conocer su historia, de ahí que iniciemos con un breve resumen.
Esta urbe de callejuelas, cargadas de memoria, continúa siendo el alborotado lugar donde confluyen Europa y Asia, la ciudad de los mil y un tesoros, colores y sabores. Su situación geográfica privilegiada dio lugar al nacimiento de la tradición comercial, fue encrucijada de la ruta de la seda y de las especias, con el paso de los años se ha ido adaptando a los tiempos.
Bizancio, rebautizada como Constantinopla en el año 324, fue designada como segunda capital del Imperio Romano. Constantino, convertido al cristianismo por las influencias de su madre, remodeló la ciudad según los cánones del urbanismo antiguo, al este, un espacio sagrado ocupado por el palacio imperial, el hipódromo y la gran plaza del Augusteon. Con el emperador Justiniano se construyeron nuevos monumentos en la ciudad, destaca la Basílica de Santa Sofía. Bajo el dominio bizantino es una de las épocas más brillantes para la ciudad.
Desde el s. VII hasta el IX, Constantinopla vivió épocas sombrías hasta que en 1204 los barones feudales de la cuarta Cruzada tomaron la ciudad. En 1261 los bizantinos reconquistaron la ciudad y vivió su última edad de oro.Después llegaría el acecho del pueble otomano hasta que en 1453 el asedió fue una realidad y Santa Sofía se convertiría en mezquita.Tras la caída de Constantinopla, el sultán Mehmet II comenzó la reconstrucción de la ciudad, se inició la construcción del palacio de Topkapi y de la mezquita Fatih Camii, y creó el Gran Bazar.
Comenzó la época del poderío otomano cuyo máximo esplendor llegó entre 1520-1566, de esta época son algunas de las joyas arquitectónicas como la mezquita de Suleimán. A finales del XVI comenzó el lento declive del Imperio. En el s. XIX Occidente entraba en Estambul, la ciudad se quiere europea y se observa una decadencia de la arquitectura otomana mientras florece el estilo barroco y rococó. En 1923 Estambul perdió su título de capital a manos de Ankara, pero siguió creciendo y se mantiene como verdadero centro comercial e industrial del país.
La vista del casco histórico evoca las imágenes del Oriente mítico con un paisaje lleno de minaretes y la llamada al rezo del muecín que resuena en cualquier rincón de la ciudad, la convierten en una de las ciudades más impresionantes del mundo. Desde Madrid hay vuelos directos y hay una amplia oferta hotelera que hace de Estambul un destino asequible y atractivo, en 3/4 días podemos vsitar los lugares principales de esta ciudad.