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Esta ciudad situada en el norte de Marruecos, a tan solo 14 km de España y a 45 minutos en Ferry desde Tarifa nos sorprenderá por sus edificios, playas, costumbres y paisajes. Es la ciudad más antigua del Norte de África, los bereberes fueron los habitantes originarios de Marruecos, tras liberarse de todo invasor (fenicios, romanos, vándalos y bizantinos), en el s. VII llegaron los ejércitos musulmanes que no se fueron jamás. Con los años las dinastías bereberes locales siguieron la tradición musulmana.
Pasear por la medina, kasbah, bazares, souks y plazas son algunas de sus atracciones. Tampoco podemos olvidarnos de su té con hierba buena y el cuscús.
Tánger está cambiando y muestra de ello es el auge en la construcción y la creación de un nuevo puerto que transformará a esta ciudad que parece estar atrapada en el tiempo pero con claras señales de desarrollo. Un buen destino para los europeos en busca de sol y playa a un precio económico.
Sorprende el respeto hacía su religión, y sobre todo, al rey, Mohammed VI, con la monarquía no bromean, ni siquiera entre amigos, es algo que ni se les pasa por la cabeza.
Sorprende la dualidad de esta ciudad, por el día ves a las mujeres vestidas con chilabas y babuchas y por la noche minifaldas y tacones, durrante el día no ves a los niños por las calles, están en las escuelas, pero por la tarde/noche aparecen para pedir, no encuentras lugares donde poder beber una cerveza, pero sin embargo te ofrecen “chocolate” por la calle a cualquier hora del día, … Tánger de noche se transforma, un recorrido por algunos de los locales del paseo marítimo y os sorprenderéis.
No podéis dejar Tánger sin visitar el Café HAFA, famoso porque era un visitado por los Rolling Stones, para disfrutar de un té moruno a la hierba buena, de la música y de las bellas vistas.
Algunas recomendaciones: alojarse en el Hotel Continental, situado dentro de la medina y a un paseo de 10’ desde el puerto, es un hotel sencillo pero muy acogedor, el servicio muy amable, tienen un bazar muy interesante, han pasado por allí personajes ilustres de todos los ámbitos y tiempos, desayunar en Kandynsky y pedir el desayuno marroquí con batido de chocolate, por la nocher ir a Tangerina, al lado del Hotel Remblant, es un sitio muy agradable para pasar un rato y poder tomar una cerveza mientras juegas una partida de dardos.
Tánger es un buen punto de partida para hacer excursiones, en el próximo post os contaremos algunas de las que os recomendamos.
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