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Visitamos uno de los lagos más peculiares del mundo, el Lago Tonlé Sap, en jemmer signifca lago de agua fresca y es el más grande de todo el sureste asiático. Este lago de agua dulce es uno de los puntos principales para la economía y la vida de Camboya.
Tiene dos cosas curiosas, la primera es que durante la época seca su extensión es de apenas 2.590 km2 y tiene un metro escaso de profundidad, podría definirse como un pequeño lago, ahora bien con la llegada de las lluvias alcanza una extensión de más de 24.500 km2, es decir aumenta casi diez veces su tamaño. Bosques y campos aledaños quedan cubiertos por sus aguas.
La segunda es un fenómeno que solo se puede comparar con el Nilo en Egipto, cuando llegan los monzones los ríos Sap y Mekong cambian el sentido de la corriente, las aguas son rechazadas por el mar y buscan un espacio natural de extensión y éste es el lago. Bosques y campos aledaños se convierten literalmente en retiro del lago hasta que la corriente de los ríos normaliza su curso, lo cual es celebrado en Camboya con el Festival del Agua. El fenómeno trae como consecuencia grandes beneficios porque fertiliza las tierras e incrementa la actividad pesquera.
Forma parte del mayor ecosistema hídrico del sudeste asiático y es objeto de protección como biósfera, declarado como tal por la Unesco en 1997. El lago está alimentado por numerosos cauces procedentes de todas las latitudes, que son, a su vez, un importante medio de transporte en la región central del país. Es además vital para la economía regional por su riqueza en pesca y la fertilidad de sus riberas para el cultivo del arroz.
Miles de personas viven en pueblos flotantes en el lago. La mayoría de la gente que vive en las casas flotantes (palafitos) del lago es de origen vietnamita. Viven de la pesca, y utilizan el agua del lago para bañarse, lavar la ropa o beber. Todas las casas disponen de generadores eléctricos y es difícil ver una que no tenga antena de TV. En el lago hay un colegio que hace las veces de orfanato.